PRIMERAS Y ÚLTIMAS
- Carlos
- 8 feb 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 9 feb 2018
Todo el mundo recuerda su primera vez, ¿no?

Dicen que todo el mundo recuerda su primera vez, dicen que marca, sea buena o mala, que aprendes de ella. Es algo sabido por todos, que esta primera vez, lo quieras o no, guardes buen o mal recuerdo, va a marcarte un poco, y va a rondar tu cerebrito hasta que te vayas al hoyo.
La mía, por ejemplo, fue algo extraña, fría, rápida, sin saber bien cómo hacerlo, sin saber bien que hacía y que significaba, sin saber el sentido total de hacerlo, sin conocerme bien ni a mí ni a ella, sin saber, siquiera, si sabía bien.
Y es verdad, lo que dicen, porque me acuerdo perfectamente, me acuerdo del calor, de estar algo perdido, de los nervios, de los pelos de punta, del olor, de lo que veía y sentía, recuerdo, por recordar, hasta los gritos. Recuerdo todo de aquella primera vez, recuerdo todo de aquel Valparaíso, tan distinto al que me encuentro ahora por las calles todas las mañanas y algunas que otras noches.
Han pasado ya desde entonces muchas primeras veces, muchos primeros momentos, muchos primeros nervios, muchas primeras impresiones, que como hemos dicho ya un par de veces, vas a recordar. Pero pensando un poco, siendo consciente y conociendo ya la importancia de hacerlo bien la primera vez, al final las historias se cuentan como mejor se recuerdan, se cuentan cuando éramos más felices, cuando todo salía bien, cuando estabas rodeado de amigos y no desconocidos, se cuentan sin que importen tanto algunas primeras veces.
Entonces, ¿a lo mejor nos estamos centrando demasiado en las primeras veces y no en las últimas?
A lo mejor, hay que darse cuenta del último helado por caleta portales, del último cielo rosa-rojo-amarillo o del jodido color que ese día quiera Valpo poner, de la última visita a casa Shu, de un último baile, broma, partidito, palmadita en la espalda, abrazo o lo que quiera que esté pasando. A lo mejor, hay que darse cuenta de que las últimas llevan consigo los mejores recuerdos, los más intensos y bonitos, que las últimas sacan lo mejor de tus colegas, que lo último no es lo peor ni lo triste, que lo último cierra, sutura, cura y hace crecer si se hace medianamente bien.
Y, entonces, ahora en serio, ¿cómo saber cuándo es la última vez?
Pues ni idea, pero por si acaso, imagina que es esta, que es hoy.
Comments