PLEITESÍA ANATÓMICA
- Carlos
- 13 ago 2019
- 1 Min. de lectura
No me cuentes historias, que aquí todos caemos rendidos a su poder.

Caliente, frágil, casi redondo.
Prohibido, divino, cachondo.
Blando y pegajoso
Notarlo, morboso.
Indispensable, pensaba, en toda mujer.
Saber que esconde, miles de estrategias para poderlo ver.
Sentir la conexión.
No quedarse en lo superficial.
Olvidarte de lo banal.
Ahondar, arriesgarse a la exposición.
Manipulador.
Por él, se toman decisiones.
Siempre luchando contra el "porque me sale de los cojones".
Sexy, divertido.
Suave por sus fluidos.
Autoritario, a veces.
Otras, sumiso.
Capaz de hacerte volar o arrastrarte por el piso.
¡Qué órgano, por favor!
Mi enhorabuena a su creador.
Placer adulto como chocolates valor.
Según su uso, mayor o menor.
A veces, controlado, por un gran poder.
El mismo que nos ve diferente a una mujer.
Comparte vida, cada “x” tiempo comete errores.
Luchando de forma incansable contra censores.
Concentra la sangre en los esfuerzos.
Calma tus nervios.
Estudiado por expertos y novatos.
Adorado por ateos y beatos.
Importante incluso cuando éramos monos.
Cayendo, por su culpa, grandes imperios, grandes tronos.
Hipnótico, místico.
En algunos sitios casi artístico.
Máquina de hacer dinero
Del cuerpo, portero.
Indispensable en cualquier relación.
Siempre listo para la acción.
¡Qué órgano, por favor!
Mi enhorabuena a su creador.
En serio, que trabajo más elegante.
A la sensualidad, como a la mano el guante.
Algo tan sencillo y natural.
Almíbar, caviar corporal.
¡Qué órgano, por favor!
Mi enhorabuena a su creador.
Ojalá eterno, nunca muera.
Pero con los años, sus restos, serán calavera.
Comments