LA POESÍA DEL CUÑADO

Están entre nosotros, poco a poco, en silencio, dominando nuestra sociedad. Si no eres capaz de reconocer a ninguno cerca tuya, mírate al espejo y espabila.

Todo pasa volando.

Está el tiempo loco.

¿El anillo pa´ cuando?

Relajado, yo nunca me sofoco.

Tampoco es para tanto.

Son todos unos ladrones.

Para vestir a un santo.

Hay que escuchar todas las opiniones.

Para la espalda, natación.

No, lo mío sí que es triste.

Dios te ayuda con el madrugón.

¿Te sabes este chiste?

Ciudadanos, la nueva política

Yo ficharía al entrenador de Alemania.

Lo más importante, la autocrítica.

Paulo Coelho es la puta caña.

Lo más cómodo es un apartahotel.

Tú no sabes lo que es sufrir.

El miércoles partido de pádel.

Te lo dije, no me quisiste oír.

Yo invertiría algo de dinero.

Las que liaba yo a tu edad.

Es una moda el ser mochilero.

Lo que más valoro es la tranquilidad.

Eso es como todo.

Yo es que no tengo resaca.

Creo que de pequeño no tenía apodo.

No es por criticar, pero es que es de traca.

Amigo de mis amigos.

Se tiene que mirar el tanino.

Cerveza artesanal, de varios trigos.

¡¿Cómo que no has visto la del padrino?!

El fútbol es once contra once.

Esto ya no se valora.

También son ganadores los del bronce.

Conozco un buen restaurante en Zamora.

Hasta luego cocodrilo.

Nunca tomo garrafón.

Los discos, de vinilo.

Diga melón.

Ni machismo ni feminismo.

Al mal tiempo buena cara.

Persona de color, eufemismo.

La mejor tienda de ropa, el Zara.